LLANOS GALLARDO

Del 30 enero al 18 febero de 2006

Soledad en la habitación que empieza a oscurecerse. Óleo/lienzo, 100 x 81 cm

Un buen día de Otoño. Óleo/lienzo, 100 x 81 cm

En el parque buscando el tiempo perdido. Óleo/lienzo, 146 x 114 cm

En los Galayos. Óleo/lienzo, 146 x 114 cm

LLANOS GALLARDO
Del 30 de enero al 18 de febrero de 2006

Llanos Gallardo nacida en Albacete, se formó en Madrid con Eduardo Peña y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde estudiaría las técnicas del mural con López Villaseñor, en el Círculo de Bellas Artes y en el Taller de Grabado de Manuel Ayllón.

Realiza su primera exposición individual en la galería Grifé & Escoda, Madrid, en 1965, destacando otras celebradas en las galerías Karma (1970), Kreisler (1974, 1981, 1988) y Orfila (2006), de Madrid.

Participa en numerosas colectivas y certámenes, como la I Exposición Internacional de Lanzarote (1974); Salón de Otoño de París (1978); la muestra itinerante “La Cultura en Castilla La Mancha” (1984); “Homenaje a Jacqueline y Picasso”, Mougins (Francia), y la itinerante “Pintoras españolas” (1987); “Doce pintores de Albacete”, Caja Rural de Albacete (1989), y en las colectivas en la galería Orfila “Reflexiones en el Museo del Prado” (1985), “Madrid, Mundo, Demonio y Carne” (1987), “Veinticinco por treinta y cinco” (1998), “Homenaje a Bertold Brecht” (2002) y “Templanzas y destemplanzas” (2004).

Ha sido distinguida con Molino de Bronce (1967) y de Plata (1969, 1973) en la Bienal de Valdepeñas; Mención de Honor en los Concursos Nacionales (1971) y las Becas de la Fundación Rodríguez Acosta, Granada (1970) y del Ministerio de Cultura (1981).

Antonio Leyva escribe sobre su obra en el catálogo de la exposición:
… Si contagiada por los humores apremiantes del Goya inquisidor de maldades, del Picasso alertador de conciencias o del Francis Bacon turbio y desacralizador, esa expresividad, esencializada en dinámicas estructuras resueltas mediante la espontaneidad del trazo y la inestabilidad rítmica, va a desembocar en una muy coherente indagación, con materiales esencialmente plásticos, en la desasosegante sustancia del ser humano en pugna con su propia vulnerabilidad y con su indefensión, con sus insatisfacciones y rebeldías, con las perturbaciones que acongojan y con los anhelos que lo construyen, a través de una teoría de personajes de solitaria o compartida individualidad, esperpénticamente celebrantes en ocasiones, hirientes y tiernamente desasistidos, que, dramáticamente anónimos, habitan nuestra propia azarosa cotidianidad.