ANTONIO GONÇALVES

Del 10 de septiembre al 1 octubre de 2010

Acrílico y grafito s/tela, 100 x 100 cm. 2010

Acrílico y grafito s/madera, 100 x 100 cm. 2010

 Acrílico y grafito s/tela, 100 x 100 cm. 2010

Acrílico y grafito s/madera, 100 x 100 cm. 2010

Antonio Gonçalves (Vila Nova de Familicao, Portugal, 1975) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Oporto, donde frecuenta también la Escula Soares dos Reis. Frecuenta la Facultad de Bellas Artes de Cuenca con una beca Erasmus (1998-1999) y, desde 2006, realiza el Doctorado en Historia del Arte en la Universidad de les Illes Balears, Palma de Mallorca.

Ha realizado varias exposiciones individuales, principalmente en Portugal: Galería Joao Lagoa, Oporto (2001, 2002, 2007, 2009); Museo Souza Cardoso, Amarante (2004); Palacio Galveias, Lisboa (2007); Universidade del Miño espacio UM, Guimaraes (2008), entre otras, así como en la Picanoteca de Almonte (Huelva) (2009) y en la Galería Orfila (2010).

Participa en colectivas, como “Cuatro jóvenes Pintores” , Galería Orfila (2006), y ha sido distinguido con el Premio revelación Júlio Resende, Gondomar (1997); 1º Premio Pintura Arte Joven Famalicense (1999); Premio Benjamin Salgado, Familacao (2000); Mención de honor en la 3ª Bienal de Artes Plásticas Marinha Grande (2000); Premio adquisición de la Caja Extremadura en el XXVI Salón de Otoño de pintura de Plasencia (Cáceres) (2004).

Rafael Sarró escribe en el catálogo de la exposición:

Antonio Gonçalves nació en 1975 en Vila Nova de Familacao, al norte de Oporto, en Portugal, cuando el gran impulso creativo de la Escuela de Oporto comenzaba a emerger dentro y fuera del país. Pero Antonio Gonçalves, que tuvo desde muy joven la convicción de su vocación pictórica, se incorporaría pronto a las corrientes renovadoras que transformaban la concepción de la técnica y del arte moderno portugués.

En 1997, a los 22 años, recibía el Premio Revelación Julio Resende, y en 1999 el Primer Premio Pintura Arte Joven Famalicense. Por aquel entonces, en las postrimerías del siglo XX, la Escuela de Oporto triunfaba en el mundo con un amplio muestrario de iniciativas: arquitectura, interiorismo, pintura, artes gráficas. En este contexto se situó y se ha desarrollado la obra pictórica de Antonio Gonçalves. Pintor fecundo, con una decena de exposiciones individuales en Portugal y España, Gonçalves compatibiliza su trabajo personal como pintor con la dirección de la prestigiosa Fundación Cupertino de Miranda, en Familacao, que reúne, entre otras iniciativas y actividades, la más completa colección de las grandes figuras del Surrealismo portugués.

Lo que mejor califica a Antonio Gonçalves es decir de él que es pintor, en el sentido más esencial del término. Ante su obra se siente, en primera instancia, el valor de la pintura como tal, la percepción evidente del trazo, las formas sujetas y expuestas con un criterio netamente visual; y en segundo término, se hace patente el valor de la obra acabada que encierra, en sí misma, una alusión a nuestras sensaciones, un encuadre cómplice ante el cual no podemos permanecer ajenos. Su pintura sujeta la mirada. Cada cuadro, en un alarde de buen pintor, está acabado. Y Gonçalves lo muestra, como sutil escolástico que es, de forma concluyente: mira -parece decir – contempla, goza y aprende. Formas, líneas, relieves y opacidades crean un mundo propio y a la vez compartido, que remite a los versos del otro gran poeta contemporáneo portugués, Mário de Sa-Carneiro: “E tudo assim me é conduzido no espaço./ por inúmeras intersecçoes de planos/ múltiplos, livres, resbalantes”

Antonio Gonçalves expone en Madrid. Bienvenido sea, para nuestra satisfacción.