JOSEP BASSET

“Huellas en el vacío” Del 13 de febrero al 3 de marzo de 2012

Badall. 34x20x26 cm. Acero inoxidable. 2011.

Cercle amb punt. 58x18x20 cm. Acero inoxidable. 2011.

Talposició. 65x18x20 cm. Acero inoxidable. 2011.

Captres. 36X23X15 cm. Acero inoxidable. 2011.

Josep Basset, Benifairó de la Valldigna (Valencia), 1948.
Exposiciones (Selección).
Galería Charpa, Gandía (Valencia) (1994). Galería Der Reiter Kunstraum, Valencia (1997, 2000, 2002). Museo del Parque Municipal de Elche (2002). Espace Scoman Rue de l’Hermitage, Laval (Francia) (2002). Galería Mona, Denia (Alicante) (2003). Galería Icono, Palma de Mallorca. Museo de Arte Contemporáneo Firencio de la Fuente, Requena (2004). Sala Cool Alas, Gandia (2004, 2011). Galería Ra del Rey, Madrid (2005, 2007). Galería Blitz, Palma de Mallorca (2007). Cripta de Sta. María, Oliva (Valencia) (2009). Frauen Museum de Bonn (Alemania) (2011). Galeria Orfila, Madrid (2012). Paticipa también en colectivas y ferias internacionales de arte como ARCO, Madrid (1995) y Holanda Art Fair den Haad (2006).

Basset: el espíritu constructor *

Hablar de reutilización no es frecuente en el plano plástico, la <> penetra hasta los estratros más profundos de la práctica artística. Sin embargo, la escultura de Basset se fundamenta en la estética del reciclaje, parcela todavía no asumida enteramente por nuestro entorno artístico, por el erróneo sentido de <> al que se entregan los artistas. o tal vez en mayor medida, porque la sociedad que les da acogida todavía no se halla lo suficientemente sensibilizada ante los perjuicios que ella misma causa a la naturaleza, y sigue reclamando <> en todos los estratos de su vorágine consumista.

La reintroducción de artefactos fuera de uso en la corriente social, ya sea a través de la reutilización industrial -fenómeno cada día más frecuente – o de la plástica -aquí en mantillas – es una perspectiva a la que se debe presentar cada vez mayor atención, si somos conscientes de la difícil coyuntura de desequilibrio ecológico que legamos a nuestros sucesores.

Trabaja con objetos encontrados -pertenecientes a la técnica de todos los tiempos, desde una reja de arado hasta los más sofisticados fragmentos de un motor de explosión – y transforma sus apariencias, fundando un proceso en el que, mediante un diálogo entre la forma dada y aquello que el creador siente y proyecta sobre la misma, acaba configurándola, orientándola. Estas determinaciones a modo de vasos comunicantes, lo enlazan con el viejo povera.

A partir de esos productos encontrados/recuperados y siguiendo informulables leyes de asociación, estructura un discurso que tiene mucho de lúdico y relajante. Su fundamento plásticocabed buscarlo en la escultura de vanguardia de principio de siglo, inclinándose por un gusto hacia la ligereza de acero y su potencia como material, incluso en sus fases de mayor degradación.

Formalmente, su modelo sería antes Julio González que Brancusi, pero quizá ello venga dado por las propias especificaciones de los materiales empleados, más que por una voluntad consciente de continuar el lenguaje del maestro.

Carlos D. Marco.

*Revista de Arte Tendencias año 1994