JOSÉ JIMÉNEZ SOLER

Del 6 al 25 septiembre de 2021

Paisaje. Acrílico sobre lienzo, 100 x 81 cm

Monigote. Acrílico sobre lienzo, 65 x 81 cm

Ver, oír, callar. Acrílico sobre lienzo, 81 x 76 cm

Sapos. Acrílico sobre lienzo, 50 x 60 cm

JOSÉ JIMÉNEZ SOLER 
Del 6 al 25 de septiembre de 2021

José Jiménez Soler (Villar de Chinchilla, Albacete, 1971) comienza su andadura pictórica desde niño, cuando participa en numerosos concursos tanto infantiles como juveniles, obteniendo diversos galardones ya desde corta edad. Seleccionado en la Muestra de Arte Joven, Ministerio de Asuntos Sociales, Madrid (1992-1994), destaca su participación en colectivas como XX Aniversario Hermanamiento Gandía-Laval salle d’honour du Veux hatau. Museo de Arte Naif Henri Rousseau, Laval (Francia) (1998), o la itinerante Artistas Solidarios, con Juan Amo, Rafael Requena y Antonio Carrilero, CC Castilla La Mancha (2001-2004).

Exposiciones individuales (selección)

2005: Ateneo de Albacete.

2007: Casa de Cultura Castilla La Mancha, Madrid.

2008: Museo de Arte Contemporáneo de Castilla La Mancha, Hellín (Albacete).

2009: Archivo Histórico Provincial de Albacete.

2010: Colegio de Arquitectos Técnicos de Albacete.

2014: Galería Juca Claret, Madrid.

2016: Sala Nave 73, Madrid.

2017: Galería Mama Hoja, Gandía (Valencia).

2021: Galería Orfila, Madrid.

Su obra se encuentra en colecciones públicas y privadas en Albacete, Valencia, Madrid, Laval (Francia), París y Nueva York.

José Antonio Jiménez Soler, autodidacta, emplea la metáfora enriqueciendo la forma en que se expresa en el lienzo, donde enseña el camino recorrido a lo largo de su vida. Encontramos en lo que llamo Solerismo, un trabajo encajado de sueños, de realidades, de compromisos con lo que ha vivido y le rodea, plasmando en sus obras, en un estrecho margen entre lo ético y lo inmoral, lo que la sociedad le aporta, a través de sus figuraciones simbólicas. Sus colores hacen vibrar con su expresión existencialista, naciendo de la necesidad, todo lo proyecta a través del prisma de sus sentimientos. Ha experimentado con toda clase de materiales y texturas, dando cabida a ese arte a veces marginal, otras a una suerte de abstracción onírica. Pintor difícil de encasillar en movimientos, alejado del academicismo, próximo a sus realidades oníricas de los molinos de su mente. El pensamiento toma forma y entramos en su mundo.

Enrique de Peñaranda