YUKUN CHEN
Del 30 mayo al 18 junio de 2022
YUKUN CHEN Doce estudios del agua. Homenaje a Man Yuan (1160-1225). Dinastía Song, China.
Del 30 de mayo al 18 de junio de 2022 (Festival OFF PHE22)
Yukun Chen (Beijing, China, 1965). Reside en España desde el año 2000. / Lived in Spain since the year 2000.
Estudios de Historia del Arte y de Desarrollo del Lenguaje fotográfico en la Universidad de Almería / Studies of History of Art and Development of Photographic Language at the Almería University.
Diversos reconocimientos en/ Various awards in “Photoworld” (China).
Ha publicado los libros de fotografía/ She has published the photobooks: “Sueño de Luna” (2017), “Visión de una obra” (2017) , “Flores en el agua” (2019) y “Absoluta luz” (2022) (Editorial Blurb, San Francisco, USA).
EXPOSICIONES INDIVIDUALES
Galería Orfila, Doce estudios del agua, Madrid, 2022.
Sasseur Outlets, Somebody, Somewhere, Changsha (China), 2022.
Gran Palais Éphémere, Art Capital, París, 2022.
Gran Palais Éphémere, Art Capital, París, 2020.
Common Art Center, Ver lo que no se ve, Beijing, 2019.
Galería Orfila, Flor sin ser flor, Madrid, 2019.
Club 567, Ni color, Madrid, 2018.
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YUKUN CHEN. ABSOLUTA LUZ.
L’âme est un océan sous une peau
El alma es un océano bajo una piel
Henri Michaux, “Qui je fus”, Gallimard, Paris, 1973.
Representar con imágenes del agua lo que se desvanece, la inmensidad de ciertos lugares secretos, pues anhela Yukun Chen (Beijing, 1975) el infinito en sus imágenes, que son leves, como esperantes de una conciencia. Verdaderos poemas visuales, estos “Doce estudios del agua” (2016-2021) con los que evoca al pintor chino Ma Yuan (1160-1225), fotografías poéticas que nos devuelven el latido de una primorosa quietud. Que son imágenes, sí, pero parecerían oírse las gotas de agua, los susurros de los árboles próximos, el mecer leve de las ondas del lago Dongting, las crestas del Yangtse erizadas o el silencio que puebla, azul la luz, la fría laguna. Olas sobre olas, como titula una de sus obras, lagos y ríos, aguas inmemoriales reflejando nubes. Representando aquella conciencia anhelada en la expresión de esas aguas que devuelven en su azogue el espacio en derredor. Así queda Yukun Chen, mostrada y ausente de sí misma, de tal forma parece su atención revertida hacia la belleza que puebla el mundo, la inmensa naturaleza que irradia su luz. Lo absoluto de la luz. Y qué extraño elegir esta reserva donde la artista se desvanecerá devolviéndonos fragmentos del mundo, como si fueran, más que imágenes, centros de la energía de una mágica actividad de lo natural: es como si la ausencia tomara forma. Tal si tentase el supremo conocimiento del don de la existencia, el don de un secreto y el don de un habla. Son dones revelados a los privilegiados ojos de quien mira el mundo.
Como aquellos “Sueños de la luna” (2017) evocando a quien se fue, estos son un conjunto de instantes encontrados consigo mismos y devueltos a la visibilidad, mas parecieren en un trance de algo inefable que pudiese escaparse. Enseñándonos a ver, pues las imágenes que nos muestra Yukun Chen son revelación de la posibilidad de las imágenes, que llegan a la mirada como un roce ligero, expresión conformada por lo que constituye esencia de lo visible.
Como aquel poeta solitario en un lago, o ese otro dibujo de quien contempla ensimismado el capullo de un ciruelo florecer a la luz de la luna, pintados por Ma Yuan, queda Yukun Chen a un lado del camino en su paseo por el bosque, vadea la vana certeza. Lo esencial puede mostrarse en un fragmento, el instante ser más revelador que aquello que se prolonga. El infinito expresado en el agua.
Exaltante, Yukun Chen semejare portadora de un sentido cósmico, mostrando esa tranquila alegría que sucede tras el hallazgo de un pensamiento profundo que, empero, esquiva lo manifiesto y sus imágenes parecieren más bien, así espaciadas, atenuadas de la verdad mas reinantes en un misterioso lugar habitado por la indeterminación y, así, crecer el difícil don de la invisibilidad que, de esta forma, en esa especie de distancia y preservación, esa reserva, nos devuelve luz, agua o aire, un infinito que se eleva por encima de quien contempla y que, así, se ilumina. Iluminándonos.
ALFONSO DE LA TORRE