FERNANDO G. TORREMOCHA

FERNANDO G. TORREMOCHA  Cartografías del espacio imaginario 
Del 8 al 27 de septiembre de 2014

Fernando G. Torremocha (Madrid 1970).  Se pasó infancia y adolescencia dibujando, estudió Bachillerato Artístico en la escuela de Artes aplicadas y oficios artísticos de la Palma en Madrid. Licenciado en Bellas Artes con especialidad en diseño gráfico y escenográfico, ilustración técnica y lenguaje audiovisual. Magister en comunicación gráfica, tipográfica y diseño editorial.
Hace años que desarrolla su profesión en Madrid, la cual compagina actualmente con la creación de su obra.

No sé qué tipo de naturaleza ocultan estas construcciones. Paisajes y arquitecturas olvidadas. Maquinas autodestructivas ocultas en algún sueño geométrico Leonardino.

Solo tejiendo palabras de hilos podríamos describir la obra atrapada en el sutil desvanecerse de sus movimientos potenciales. Visible por las múltiples torsiones de los espacios y las escalas imaginarias.

Esta peculiar belleza se mueve sin duda por estos caminos. Lejos de la palabra. Lejos de lo convencional, tomando distancia en los horizontes geométricos de la pintura contemporánea.

Al otro lado del plano, atravesando una ventana asimétrica y no lejos de ciudades invisibles, no nos extrañaría encontrar a los soldados en marcha de Jacques Villon mientras algún desnudo Duchampiano baja las escaleras. Fragmentos futuristas convulsionados y realidades deconstruidas en otras, solo tensadas por los finos cables de su esencia.

Líneas de horizonte, tensores, puntos de fuga, flujos poliédricos. Una mezcla imposible de dimensiones en un mismo plano del cuadro. Cada obra, formada por escalenoedros que despliegan sus potenciales infinitos en movimientos perpetuos.

No sé de qué ánimo o esfera surgen. Presiento que son expresión calculada de alguna dimensión, traducidos por designios obsesivos y urdidos milimétricamente.

Ironía de la humanidad vista desde otro plano donde el tejido del ser es una profusión de su esencia geométrica.

Renuncia al gesto. Al yo. Renuncia a lo visible y a un único cosmos.

El tiempo es secuencia infinita de potenciales. Conviven en él todos los instantes posibles entreverados. El principio unido al fin a través de todos sus posibles pasados y futuros.

Sentenciados por su ilusión de materialidad. Transformándose. Mostrando el plano múltiple de las infinitas realidades.