La República Cultural: ‘Con la desaparición de Antonio Leyva Madrid pierde a un gran galerista, el mundo a un gran poeta’, por Julio Castro.
Julio Castro.
Me preguntaba volviendo a casa el pasado miércoles, tras la despedida a Antonio en el crematorio, y de su familia, compañeros y colegas, de qué manera se “heredan” los amigos y cómo sucede. Porque claro, Antonio Leyva era amigo de mis padres, especialmente de mi padre, Julio Castro de la Gándara, pero indudablemente de mi madre, porque ambos eran uno. Lo que ocurre es que a mi padre lo conoció Antonio cuando él era veinteañero, mientras que Julio Castro ya iba hacia los 40, había terminado sus estudios y publicaba en revistas. Pero quedó un recuerdo de ambos en aquel 1959, visitando una casa en la que había vivido Antonio Machado en Segovia, así que ahí siguen ambos, en las fotos, junto a Lauro Olmo y Pilar Enciso, el joven con sus gafas negras, vestido de oscuro y cara de “enfant terrible”, que igual podía haber formado parte de algún grupo de pop británico de los 70-80. Pero era el final de los 50 y homenajeaban a Don Antonio en el vigésimo aniversario de su muerte en el exilio, mientras el fascismo de la dictadura prohibía actos en nuestro país, o “depuraba” más tarde a quienes habían asistido en Francia. …
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