SEBASTIÁN ESTIVILL

SEBASTIÁN ESTIVILL  Cronotropos de la conciencia
Del 5 de diciembre de 2025 al 10 de enero de 2026

Sebastián Estivill (Ciudad de México, 1993). Se graduó como Ingeniero Mecánico Eléctrico en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y complementó su formación en la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest (Hungría). Más adelante obtuvo una maestría en Administración de Gestión de Desastres en la Københavns Universitet de Dinamarca, consolidando una visión estratégica y humanitaria. Tras los terremotos de 2017 en México, canalizó sus conocimientos hacia la asistencia voluntaria, coordinando esfuerzos entre sociedad civil y autoridades, lo que dio origen al Centro de Inteligencia Voluntario (CIV), organización dedicada a la prevención y respuesta ante desastres. Paralelamente, ha practicado esgrima desde temprana edad, disciplina que ha acompañado su desarrollo personal y creativo.

Aunque su trayectoria artística comenzó lejos de los caminos convencionales, eligió la ingeniería como medio para construir las herramientas que le permitieran expresar su visión creativa. En sus pinturas, la precisión lógica y racional propia de la ingeniería se convierte en estructura y método, mientras que la pasión -alimentada por la esgrima, con su energía, ritmo y entrega corporal – aporta fuerza y vitalidad. Esta dualidad entre cálculo y emoción se funde en su obra, generando un lenguaje visual donde la técnica se transforma en sensibilidad y el rigor se abre a la intuición. Su trabajo, presentado en Montreal (Canadá) (2022), Londres (Good Enough College, 2022, feria de arte I Present, 2023) y Ciudad de México (Fabrica de Botones, 2021), refleja esa mirada singular que entrelaza razón y pasión, técnica y arte, propósito y emoción.

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CRONOTROPOS DE LA CONCIENCIA.

Los rigurosos preceptos científicos de la ingeniería y la vivencia de instantes que parecen suspendidos entre lo real y lo imposible, recrean la paradoja esencial en mi trabajo. Esta obra surge de una travesía personal marcada profundamente por dos pilares fundamentales en mi vida.

Primero la ingeniería:

Como ingeniero he dedicado mi vida a atender y anticipar situaciones catastróficas, como los terremotos de México en 2017. Desde entonces he trabajado en el desarrollo de estrategias y tecnologías para responder y mitigar los efectos de los desastres.

Segundo, el espíritu:

Esta suma de experiencia me ha permitido acceder a lugares y momentos únicos, donde la lógica convencional se disuelve y la realidad se manifiesta en su forma más cruda. Comprendí durante mis estudios que, bajo ciertas condiciones, la materia puede superar sus límites conocidos, dejando de ser líquida o gaseosa para convertirse en una sustancia única, con propiedades híbridas que desafían nuestra lógica habitual. A ese estado lo conocemos como “supercrítico” y ha sido fuente constante de mi fascinación.

Esto me ha llevado a preguntarme: ¿Cómo sería un estado supercrítico de la conciencia humana?

Desde esa perspectiva, mi obra busca navegar nuestra existencia, celebrando sus paradojas y su belleza. Por ello esta serie se articula como una narrativa visual que recorre los intercambios energéticos y sus relaciones temporales. A través de horizontes simbólicos, propongo una geometría de simbiosis entre el tiempo y la energía, donde la percepción humana habita constantemente en lo que he llegado a llamar Fluxum Temporis. Una noción que lejos de ser lineal, se manifiesta como una nube de caminos entrópicos que se origina en el entendimiento de nuestro presente y se proyecta hacia lo imaginable. En ella, la ambigüedad del pasado reside en la memoria y la del futuro en la imaginación. Cada óleo es un mapa, una ventana, un espejo que invita al espectador, en su propio tiempo y circunstancia, a explorar y perderse en las tempestades de los colores y reencontrarse en los abismos de su imaginación.

Sebastián Estivill