GINÉS CERVANTES

GINÉS CERVANTES Paisajes
Del 23 de octubre al 18 de noviembre de 2023

Ginés Cervantes. Huércal-Overa (Almería), 1939.

Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, de Valencia. Cuenta con más de cien exposiciones, entre individuales y colectivas, tanto en España como en el extranjero, entre las que caben destacar las realizadas en la galería Aunkam, Osaka (Japón); “Pintura Almeriense Hoy”, promovida por el Instituto de Estudios Almerienses, itinerante por varias ciudades: Valencia (Universidad Politécnica), Madrid (C.C. Nicolás Salmerón), Sevilla (Pabellón Mudéjar), Murcia (Sala Caja Ahorros de Murcia) y Almería (Sala Diputación Provincial) (1990-1991); Exposición inaugural del Auditorio “Maestro Padilla” (colectiva), Almería (1992); “Del círculo y la espiral”, Centro de Arte Museo de Almería (2001); III Festival de la Pintura, Sevilla; Pinturas de Ginés Cervantes, Sala de Exposiciones la Caixa de Barcelona, Andorra; Galería Orfila, Madrid (2007); individuales en los Museos de Adra y Roquetas de Mar (Almería), y Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella, entre otras.

Realizó un mural para el proyecto Multidisciplinar “Arte en la calle”, en Adra, junto a los pintores Rogelio López Cuenca y Julio Juste, y el poeta Luis García Montero, entre otros, promovido por la Junta de Andalucía (2000). Participa en colectivas como “Campos de Níjar, Morada sin memoria”, homenaje al escritor Juan Goytisolo (junto a los artistas Pepe Bernal, Javier Huecas, Paco de la Torre y Abraham Lacalle), Museo Arqueológico de Almería (2007), y Homenaje al pintor Antonio Costa, Escuela de Artes de Almería (2011). Ha expuesto en ARCO en varias ediciones. Posteriormente ha cursado estudios de grabado, fotografía y cerámica, realizando exposiciones recientes con estas disciplinas.

Ilustra, entre otros, los siguientes libros: “Poetas almerienses a Luis Rosales”; “El espíritu del Cabo”, de Miguel Ángel Blanco; “Encuentros”, de José Hierro; “Campos de luz”, de José Ángel Valente; cuaderno del Aula de Poesía a Juan Luis Panero; “España y sus Egidos”, de Juan Goytisolo; “Huye el Sur”, de Juan José Ceba; “Versos que abrazan”, poesía contra la violencia de género de varios autores presentada en el Museo de Arte doña Pakyta, Almería.

En 2018 la Fundación de Arte Ibáñez Consentino editó el libro de Manuel Contreras del Río, “Ginés Cervantes. Pintor. – La fuerza de la expresión.”. Un amplio y exhaustivo estudio sobre el artista y su obra que contiene una extensa nota autobiográfica del propio pintor. Con motivo de este acontecimiento celebró una segunda exposición en el Centro de Arte Museo de Almería.

Es autor del libro de poemas “El mar y sus orillas”, dedicado a su hijo Antonio y editado en 2021 por Márgenes Arquitectura.

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Ginés Cervantes. Paisajes donde “El mundo se hace sueño, el sueño mundo”.

En este tiempo que nos ha tocado vivir, entre el vértigo de la permanente innovación tecnológica y el desconcierto de las fake news, necesitamos más que nunca espacios de creación que nos reconcilien con la realidad, pero con esa realidad que aspira a ser intangible, por espiritual y afectiva. Quiero pensar que hoy la pintura es el reducto de la desobediencia, la trinchera que el artista defiende en estado de gracia, alerta frente a sí mismo y frente al mundo. Paisajes, la exposición que presenta Ginés Cervantes, es fruto de esa atenta vigilancia, y de un deseo de convocar en el lienzo las pasiones y los miedos. La viveza de su pintura, su colorido, su brío es hija de una vitalidad considerada por muchos erróneamente territorios de juventud. Ginés Cervantes  sigue ilusionado con la alquimia del color y la gestualidad del trazo. Un artista atraído por la belleza indómita de la naturaleza, por una misteriosa llamada nocturna, como el extranjero de Himnos a la noche, de Novalis: éxtasis, revelaciones, y sueños de un alma romántica. Hay en esta nueva aventura del artista nacida al calor de la lectura del poeta alemán, y en un estado de inconsciencia creadora, muchas apariciones en las que “El mundo se hace sueño, el sueño mundo”.

Cada vez que  miro estas pinturas de Ginés Cervantes veo el paisaje como un estado del alma, a la manera de Verlaine, porque el paisaje es el reflejo del desgarro interior del artista, aunque use el color, esas fosforescencias e iluminaciones, como un alivio ante tanta oscuridad. Ginés Cervantes no trata de copiar la naturaleza, la mimesis no le interesa, lo que ha querido es trasmitir los sentimientos a través de ella, y junto al desgarro del gesto, de unas manos que pintan directamente sobre la tela, surge la audacia, el arrojo del color, que en muchas obras se convierte en argumento, y prueba del fervor y la pasión meridional ante lo sombrío y tenebroso. En cada gesto, en cada trazo de la pintura permanece esa emoción original que la ha hecho posible.

Únicamente en dos o tres obras el pintor se ha dejado llevar por lo narrativo y entonces esos  paisajes pueden ser hasta cierto punto reconocibles, como lo es por ejemplo Carrera del Darro. Pero en la mayoría de sus cuadros, árboles, valles, ríos, montañas, nubes, construyen una realidad mágica, soñada, porque “el mundo se hace sueño, sueño el mundo”.

En otras ocasiones, el color toma protagonismo hasta el punto que aleja de la composición al mismo dibujo en un juego de manchas, muy libre, intuitivo, y plenamente abstracto. Entonces predominan otras evocaciones y el color vuelve a recordarnos a los maestros fauvistas

Y qué ocurre después de la tempestad. “Di, recuerdo, ¿qué quieres? … Suavidad, suavidad, oh mi amada”. Después de la tempestad el artista anhela lugares más tranquilos para indagar en la  sensualidad de la naturaleza, esa floresta submarina de aguas complacientes y cristalinas, en una búsqueda de la placidez, del eterno sueño de la felicidad que todos de una manera o de otra anhelamos.

Ramón Crespo

Almería, septiembre de 2023